Un estudio de asociación de genoma completo identifica la primera variante germinal asociada con la enfermedad de Erdheim-Chester.
Javier Martínez-López, Ana Márquez, Francesco Pegoraro, Lourdes Ortiz-Fernández, Marialbert Acosta-Herrera, Martin Kerick, Elena Gelain, Eli L. Diamond, Benjamin H. Durham, Omar Abdel-Wahab, Ronald S. Go, Matthew J. Koster, Lorenzo Dagna, Corrado Campochiaro, Matthew Collin, Paul Milne, Juvianee I. Estrada-Veras, Kevin O'Brien, Matthias Papo, Fleur Cohen-Aubar, Zahir Amoura, Julien Haroche, Javier Martín, Augusto Vaglio.
Relevancia
Este trabajo de investigación fue publicado en la revista Arthritis & Rheumatology, con un índice de impacto (IF) de 13,3 y ubicada en el primer cuartil de la categoría de Reumatología.
RESUMEN
Objetivo: La enfermedad de Erdheim-Chester (ECD) es una histiocitosis de baja prevalencia que presenta un amplio rango de manifestaciones clínicas. Las mutaciones somáticas son un factor clave en la patogénesis de la enfermedad; sin embargo, la relación entre las mutaciones germinales y la patología no se ha estudiado aún. Por ello, este estudio busca explorar el componente genético heredado presente en la ECD mediante la realización del primer estudio de asociación de genoma completo (GWAS) llevado a cabo en la enfermedad.
Metodología: Después de realizar los controles de calidad, se incluyó en el estudio una cohorte compuesta por un total de 255 pacientes de ECD y 7.471 donantes sanos. Posteriormente, se realizó una regresión logística, seguida de un análisis de anotación funcional.
Resultados: Se identificó una señal localizada en la región cromosómica 18q12.3 como un nuevo locus de susceptibilidad para la ECD (p-value=2.75x10-11; OR=2.09). Esta asociación fue anotada en el gen SETBP1, que desempeña su función en el proceso de hematopoyesis clonal. La anotación funcional de esta región, así como la de otras señales sugestivas, revelaron genes adicionales que podrían estar potencialmente involucrados en la patogénesis de la ECD.
Objetivo: En definitiva, este trabajo demuestra que las variantes genéticas germinales pueden tener un impacto en el desarrollo de ECD y sugiere nuevas rutas moleculares con un potencial papel patogénico.
DOI: 10.1002/art.42673